Muerte por Suicidio

El suicidio: El hermoso don de la vida sólo está en manos de Dios

A todos nos debe cuestionar profundamente que hoy exista gente que se suicide supuestamente con el propósito de lograr un fin justo, como los extremistas que hacen detonar bombas en sus cuerpos matándose y quitándole la vida a otros seres humanos inocentes. No podemos apoyar a quienes sostienen que estos actos tienen una explicación cultural o religiosa. Muchos cristianos de occidente erróneamente apoyan el suicidio en el caso de una enfermedad avanzada como el cáncer y proponen el suicidio asistido para aliviar los sufrimientos de los pacientes.

En ambos casos el suicidio es la huida, la renuncia y el miedo a enfrentar una realidad dolorosa. Es también la desesperanza total y la rendición de la voluntad de la persona a no buscar el bien que este mundo tiene, y el Plan de Dios particular para cada ser humano y para su felicidad. En el caso del suicidio asistido, así como en los casos de los terroristas, hay otras personas involucradas que son en cierta forma responsables y cómplices de estas aberraciones ya que no hacen nada para impedir el suicidio o la muerte de inocentes. 
Existen estudios médicos que señalan que la mayoría de los suicidas son pacientes con enfermedades mentales o depresión. Y algunos ni siquiera son considerados competentes para tomar decisiones. Se estima que la mayoría de suicidas ha visitado un médico en los seis meses previos a cometer ese acto. De allí que nuestra actitud debería ser la de ayudar a estas personas que creyendo que no existen opciones, optan por soluciones extremas, en vez de facilitar que persistan en su error para deshacernos de ellos o sacar provecho de lo que van a realizar. Sala para Conferencia ¡Gratis!

Siempre hay alguien que cuestiona el suicidio como un derecho de la persona. Está claro que cuando la persona ejerce sus derechos para casarse, escoger un trabajo, votar, asociarse etc., opta libremente. Sin embargo, cuando la persona comete suicidio, anula su derecho a la vida al mismo tiempo que todos sus demás derechos y destruye su dignidad humana. Por ello la opción por el suicidio nunca podrá considerarse algo sano o natural.

Evidentemente, quedan excluidos de esta categoría los pacientes que con enfermedades terminales y a puertas de la muerte, optan por no prolongar su agonía en horas o días cuando, por ejemplo, se les decretó muerte cerebral. En estos casos, la Iglesia establece el término «medios desproporcionados o extraordinarios», refiriéndose a las medidas que pueden dejar al paciente morir en paz cuando es ya la voluntad de Dios que esto ocurra, evitándoles sufrimientos innecesarios. «La renuncia a medios extraordinarios o desproporcionados no equivale al suicidio o a la eutanasia; expresa más bien la aceptación de la condición humana ante la muerte» (Evangelium Vitae 65). En el Catecismo de la Iglesia Católica está establecido claramente que somos los administradores de la vida y no dueños de la misma, ya que sólo Dios tiene el poder de dar la vida o quitarla: «Yo doy la muerte y doy la vida» (Dt 32, 39). Citando una vez más la Evangelium Vitae encontramos que el Papa Juan Pablo II nos dice que «cuando el hombre usurpa este poder dominado por una lógica de necedad y egoísmo lo usa fatalmente para la injusticia y la muerte». 
El Santo Padre considera que el suicidio es tan moralmente objetable como el asesinato. La tradición de la Iglesia siempre lo ha rechazado como un mal grave. Esto a pesar de que existan circunstancias psicológicas, culturales o sociales que induzcan a la persona a llevar a cabo una acción que contradice profundamente la natural inclinación hacia la vida. 
«El suicidio es un rechazo absoluto a la soberanía de Dios sobre la vida y la muerte, es por ello que la persona que es cómplice de estos actos y/o ayuda a cometerlos está haciendo también algo inmoral y tiene culpa por ello así se lo hayan pedido» (Evangelium Vitae 66).

San Pablo nos dice en la carta a los Romanos que: «Ninguno de nosotros vive para sí mismo y ninguno muere para sí. Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así que, vivamos o muramos, somos del Señor» (Rm 14, 7-8).

Frases Suicidas

"El secreto de la existencia humana consiste no sólo en vivir, sino en hallar el motivo de vivir. Sin una idea clara y determinada del objeto de su existencia, el hombre preferirá renunciar a ella, y se destruirá, antes que permanecer en la tierra" Ivan Karamazov (Los Hermanos Karamazov / Dostoievski)"

¿Por qué mira usted la bala? ¿Por qué?... Si pensara usted alojarse una bala en la cabeza ¿No la miraría antes de cargar el arma? ¿A qué mirarla? Como ha de pasearse por mi cráneo, quiero conocerla antes." Los Hermanos Karamazov (Fragmento)

"Siempre hay razones para asesinar a un hombre. Por el contrario, es imposible justificar que viva." Jean Batiste Clamence (La Caída / Camus)

"Considerando que la naturaleza mortal de las cosas no te confiere un poder excepcional de duración, cuélgate de la raíz" Eluard / Breton (La Inmaculada Concepción)

"Morir más temprano o más tarde es cosa de poca importancia; lo que importa es morir bien o mal. Morir bien, por otra parte, es huir del peligro de vivir mal y la vida no es como para comprarla sea cual sea el precio." Séneca

"La cosa mejor que ha hecho la ley eterna es que, habiéndonos dado una sola entrada a la vida, nos ha procurado miles de salidas (…) Si te place, vive; si no te place, estás perfectamente autorizado para volverte al lugar de donde viniste." Séneca

"Dios, aun cuando quisiera, no podría darse muerte y ejercitar ese privilegio que concedió al hombre en medio de tantos sufrimientos de la vida." Plinio el Viejo (Historia Natural)

"La naturaleza no ha dado al hombre nada mejor que la brevedad de su vida." Plinio el Viejo

"Es preferible una vida breve y mejor que una vida más larga y peor." Epicteto

"Es indudable que no carece de valor el que tranquilamente se mata, porque se necesita de gran fuerza de voluntad para sobreponerse al instinto más poderoso de la naturaleza, y en una palabra, el suicidio es un acto que prueba más ferocidad que debilidad." François-Marie Arouet Voltaire

"Cuando se ha perdido todo, cuando ya no se tiene esperanza, la vida es una calamidad y la muerte es un deber." François-Marie Arouet Voltaire

"Hace mucho tiempo que me hubiera suicidado de no haber leído en alguna parte que es un pecado quitarse voluntariamente la vida mientras pueda hacerse todavía una buena acción. La vida es hermosa, pero la mía está envenenada para siempre." Ludwig van Beethoven

"La muerte, para acabar conmigo, tendrá que contar con mi complicidad" M. Yourcenar (Fuegos)

"Tenemos en nuestras manos los medios para poner término a nuestras penas, y aquel que está dispuesto a morir puede desafiar cualquier calamidad." Pierre Corneille

"Si se admite que el suicidio es un crimen, sólo la cobardía puede impulsarnos a él. Si no es un crimen, tanto la prudencia como el valor nos obligan a desembarazarnos de la existencia cuando ésta se convierte en una carga." David Hume

"Nueve hombres de cada diez son suicidas." Benjamín Franklin

"Si tienes que suicidarte procura hacerlo de la manera más decorosa posible: nunca debe perderse de vista el decoro, así en la vida como en la muerte." George Borrow

"No hay nada en el mundo a que más indiscutible derecho tenga el hombre que a disponer de su propia vida y persona." Arthur Schopenhauer

"A nadie le falta una buena razón para suicidarse." Cesare Pavese

"Si me suicido no será para destruirme, pero sí para ponerme otra vez atrás. El suicidio será para mí solamente uno de los medios violentos para reconquistarme de la invasión brutal de mi ser, para anticipar la impredecible llegada de dios. Por el suicidio me devuelvo voluntariamente a la naturaleza, para dar desde el inicio a las cosas la forma de mi voluntad." Antonin Artaud

"El único problema filosófico verdaderamente serio es el Suicidio. Juzgar si la vida es o no digna de vivir es la respuesta fundamental a la suma de preguntas filosóficas. Todo lo demás -- si tiene o no el mundo tres dimensiones, si la mente tiene nueve o doce categorías -- viene después. Esos son juegos; aquello se debe contestar primero." Albert Camus

"La obsesión con el suicidio es característica del hombre que no puede ni vivir ni morir y quien nunca aparta su atención de esta doble imposibilidad." Emile Cioran

"Hay muchos que no se atreven a matarse por temor a lo que dirán sus vecinos." Cyril Connolly