El Panteón de los Reyes.


La Cripta Real del Monasterio de El Escorial, en España, conocida también como el Panteón de los Reyes, fue construida por Juan Gómez de Mora según planos de Juan Bautista Crescenzi. Consta de 26 sepulcros de mármol donde reposan los restos de los reyes y reinas de las casas de Austria y Borbón, excepto Felipe V y Fernando VI, que eligieron el Palacio Real de La Granja y el Convento de las Salesas Reales respectivamente. Faltan también, por tanto, los restos de los reyes Amadeo I, de la casa de Saboya, y José I Bonaparte, enterrados en la Basílica de Superga de Turín y en Los Inválidos de París, respectivamente. También faltan los Reyes Católicos, Fernando V e Isabel I, así como Juana I y Felipe I, los cuales están enterrados en la Capilla Real de Granada.
También reposan los restos de las reinas consortes que son madres de rey. Además del único rey consorte que ha habido en España, Francisco de Asís de Borbón, esposo de Isabel II. También reposan los restos de la 1ª esposa de Felipe IV que no fue madre de Rey; esta licencia excepcional, se debe a que en su reinado se inaugura el Panteón, con los restos de su padre Felipe III, y el traslado de los restos de Carlos I y Felipe II que reposaban en la cripta original, más pequeña y en un nivel superior a este Panteón, que estaba completa sin espacio para más Reyes y familias.
Los últimos restos depositados en el panteón han sido los del rey Alfonso XIII. Los restos de su esposa la reina Victoria Eugenia de Battenberg, su hijo Juan de Borbón y Battenberg, y la esposa de éste María de las Mercedes de Borbón-Dos Sicilias y Orleans, condes de Barcelona y padres del rey Juan Carlos I, permanecen aún en una estancia previa llamada Pudridero.

Listado de Reyes de España enterrados

A continuación se muestra una lista que enumera los Reyes y Reinas de España y sus conyuges que están enterrados en la cripta:
  1. Carlos I, Rey de España (24/2/1500 - 21/9/1558)
  2. Isabel de Portugal, Reina de España (4/10/1503 - 1/5/1539) – (Esposa del Rey Carlos I)
  3. Felipe II, Rey de España (21/5/1527 - 13/9/1598)
  4. Ana de Austria, Reina de España (2/11/1549 - 26/10/1580) – (Cuarta esposa del Rey Felipe II)
  5. Felipe III, Rey de España (14/4/1578 - 31/1/1621)
  6. Margarita de Austria, Reina de España (25/12/1584 - 3/10/1611) – (Esposa del Rey Felipe III)
  7. Felipe IV, Rey de España (8/4/1605 - 17/9/1665)
  8. Isabel de Francia, Reina de España (22/1/1602 - 6/10/1644) – (Primera esposa del Rey Felipe IV)
  9. Carlos II, Rey de España (6/11/1661 - 1/11/1700)
  10. Mariana de Austria, Reina de España (24/12/1635 - 16/5/1696) – (Segunda esposa del Rey Felipe IV)
  11. Luis I, Rey de España (25/8/1707 - 31/8/1724)
  12. María Luisa Gabriela de Saboya, Reina de España (1688 - 1714) – (Primera esposa del Rey Felipe V)
  13. Carlos III, Rey de España (20/1/1716 - 14/12/1788)
  14. María Amalia de Sajonia, Reina de España (24/11/1724 - 27/9/1760) – (Esposa del Rey Carlos III)
  15. Carlos IV, Rey de España (12/11/1748 - 19/1/1819)
  16. María Luisa de Parma, Reina de España (9/12/1751 - 2/1/1819) – (Esposa del Rey Carlos IV)
  17. Fernando VII, Rey de España (14/10/1784 - 29/9/1833)
  18. María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, Reina de España (27/4/1806 - 22/8/1878) – (Cuarta esposa del Rey Fernando VII)
  19. Isabel II, Reina de España (10/10/1830 - 9/4/1904)
  20. Francisco de Asís de Borbón, Rey Consorte de España (13/5/1822 - 16/4/1902) – (Marido de la Reina Isabel II)
  21. Alfonso XII, Rey de España (28/11/1857 - 25/11/1885)
  22. María Cristina de Habsburgo-Lorena, Reina de España (21/7/1858 - 6/2/1929) – (Segunda esposa del Rey Alfonso XII)
  23. Alfonso XIII, Rey de España (17/5/1886 - 28/2/1941)
  24. Victoria Eugenia de Battenberg, Reina de España (24/10/1887 - 15/4/1969) – (Esposa del Rey Alfonso XIII) Sus restos se encuentran todavía en el pudridero junto con los de su hijo Juan y la esposa de éste; será enterrada en el Panteón Real a pesar de que estrictamente no fue madre de rey.
  25. Juan de Borbón, Conde de Barcelona (20/6/1913 - 1/4/1993) – (Padre del Rey Juan Carlos I). No llegó a reinar de forma efectiva, aunque sí retuvo los derechos dinásticos durante la dictadura del general Franco, hasta su propia abdicación en 1977.
  26. María de las Mercedes de Borbón-Dos Sicilias, Condesa de Barcelona (23/12/1910 - 2/1/2000) – (Madre del Rey Juan Carlos I).
En el mismo nivel se encuentra el Panteón de Infantes, destinado a príncipes, infantes, y reinas que no han sido madres de reyes.

Los secretos del pudridero

Sólo los frailes agustinos entran en el pudridero real. Cubiertos de cal, los restos mortales de la Familia Real permanecen allí durante aproximadamente 25 años. En las mismas escaleras que llevan al Panteón Real, en el primer descanso a la derecha, un pasadizo cerrado por una puerta de madera conduce a un lugar prohibido para todo personal ajeno. Las paredes son de piedra, el suelo de granito y el techo abovedado; dieciséis metros cuadrados componen el espacio donde reposan los restos mortales de los tres últimos Borbones fallecidos (Victoria Eugenia de Battenberg, Juan de Borbón y Battenberg y María de las Mercedes de Borbón-Dos Sicilias).
Sólo los miembros de la comunidad agustina (que custodia el Monasterio de El Escorial desde 1885) pueden acceder a este habitáculo. La Familia Real les entrega los restos de sus fallecidos en una ceremonia que se repite desde hace siglos.
«Padre prior y padres diputados, reconozcan vuestras paternidades el cuerpo de la señora doña María Mercedes de Borbón y Orleans, que conforme al estilo y la orden de su majestad que os ha sido dada voy a entregar para que lo tengáis en vuestra guarda y custodia». A la vez que pronunciaba esta frase, la ministra de Justicia, Margarita Mariscal de Gante (en España el Ministro de justicia es el Notario Mayor del Reino), señalaba al féretro abierto que contenía los restos mortales de la Condesa de Barcelona.
La escena tenía lugar el 4 de enero del año 2000 en el Panteón de Reyes de El Escorial. El prior y los 12 padres agustinos presentes se acercaron al féretro y dijeron: «Lo reconocemos». Previamente, Fernando Almansa, jefe de la Casa Real, había entregado al prior del Monasterio una carta del Rey en la que le hacía saber la entrega del cuerpo de su madre.

Cerrado al público


Una vez cerrado de nuevo el féretro y levantada un acta de entrega, los agustinos se hacían cargo de la llave del ataúd y el cuerpo de doña María de las Mercedes pasaba al pudridero real. Poco se conoce de esta estancia, así como del contiguo pudridero de infantes. Ambos permanecen cerrados para los 700.000 visitantes que cada año acuden al Escorial. En el pudridero real, los Reyes de España y las madres de reyes permanecen entre 20 y 30 años. Es el tiempo que se estima necesario para que culmine el proceso biológico de su reducción natural.
No existe ningún documento que recoja la fecha de su creación, aunque debió de ser muy próxima a la del Panteón Real, inaugurado en 1654, bajo el reinado de Felipe IV. Los padres Santos y Ximénez, los principales estudiosos del panteón en el siglo XVII, no hablan del pudridero, pero el primer testimonio sobre él, de 1854, es muy revelador.




En Historia del Real Monasterio de San Lorenzo del Escorial, fray José de Quevedo, bibliotecario del monasterio, cuenta: «Las puertas que están en el segundo descanso de la escalera conducen a los pudrideros, cuyo uso explicaré para desvanecer las muchas patrañas que sobre ellos se cuentan. Son tres cuartos a manera de alcobas, sin luz ni ventilación ninguna. Luego que se concluyen los Oficios y formalidades de entrega del Real cadáver que ha de quedar en uno de los panteones, el prior, acompañado de algunos monjes ancianos, baja al panteón donde ha quedado el cadáver llevando consigo los albañiles y algunos otros criados. Estos sacan de la de tisú o terciopelo que la cubre, la caja de plomo sellada que contiene el cadáver, y la conducen junto al pudridero. Mientras los albañiles derriban el tabique, los otros abren cuatro o más agujeros en la caja de plomo, la colocan dentro del cuarto o alcoba sobre cuatro cuñas de madera que la sostienen como dos o tres pulgadas levantadas del suelo, y en el momento los albañiles vuelven a formar el tabique doble que derribaron. Allí permanecen los cadáveres 30 o 40 o más años hasta que, consumida la humedad y cuando ya no despiden mal olor, son trasladados al respectivo panteón. Las cajas exteriores de las personas Reales que han de pasar al de Infantes permanecen en la sacristía del dicho panteón, hasta que vuelve a colocarse en ellas la de plomo con el cadáver según vinieron. Las de los Reyes se deshacen y aprovechan para ornamentos, porque ya no han de tener uso, pues sus restos se colocan en las urnas de mármol». No menciona fray José de Quevedo que, dentro de los nichos, se colocan promontorios de cal viva, y fuera, una lápida de mármol negro con el nombre de a quién pertenecen los restos.
La función del pudridero real es reducir los cuerpos para que se adapten a los minúsculos cofres de plomo—de apenas un metro de largo y 40 centímetros de ancho—que, una vez sellados, se introducen en uno de los 26 sarcófagos del Panteón de Reyes. «Eran reyes tan grandes en el mundo que para enterrarse querían un sitio pequeño», decía a mediados del siglo XVII el padre Santos, lector de escrituras sagradas de El Escorial.
Hoy, en esa estancia enclavada en el subsuelo de la Basílica, son tres los cadáveres que esperan su sepulcro definitivo: el de la reina Victoria Eugenia, abuela de don Juan Carlos, que falleció en 1969 en Lausana, pero que hasta 1985 no fue trasladada a El Escorial; él de don Juan, Conde de Barcelona, que descansa en el Monasterio desde el 3 de abril de 1993; y el de la Condesa de Barcelona, entregado a los agustinos el 4 de enero de 2000.
Alfonso XIII, abuelo del Rey, nunca llegó a pasar por el pudridero. Había fallecido en Roma en 1941 y no bien fue trasladado a España, en 1980, ocupó directamente el lugar reservado para él en el panteón real. Su padre, Alfonso XII, tan sólo estuvo 13 años en este recinto transitorio, desde 1885 hasta 1898.
En cuanto al pudridero de infantes, los últimos restos depositados en él han sido los de don Jaime (hermano del Conde de Barcelona), doña Isabel Alfonsa (sobrina de Alfonso XIII), don Alfonso (hermano de don Juan Carlos) y doña Eulalia (hija de Isabel II). El 10 de enero de 2000 los restos de los dos últimos debían haber sido trasladados a uno de los 36 nichos vacíos del Panteón de los Infantes, pero el repentino fallecimiento de la Condesa de Barcelona atrasó la ceremonia, que se celebró el siguiente mes de febrero.
El traslado de restos al Panteón también se celebra en la intimidad. Sólo asisten a la ceremonia un miembro de la comunidad agustiniana, otro de Patrimonio Nacional, un arquitecto (encargado de dirigir el desmontaje del murete del Panteón Real) y dos operarios. También está presente un médico, que se limita a testimoniar que el proceso de descomposición ha finalizado. Ya depositada la urna en su respectivo sarcófago, los restos reales descansan en la que será su solemne y última morada.

Sin sitio para los Reyes de España

Con el futuro traslado de los restos mortales de los condes de Barcelona y la reina Victoria Eugenia al Panteón de Reyes, éste quedará completo. Esto es debido a que en estos tres casos se harán excepciones sobre la tradición, además de un precedente que se dio en el pasado. La primera y segunda excepciones lo serán en parte, ya que los condes de Barcelona, don Juan y doña María de las Mercedes, no han reinado, si bien se les considera reyes de iure y además son padres de rey. Las excepciones se hacen asimismo evidentes en los casos de Victoria Eugenia de Battenberg, que aunque consorte de rey, no fue madre de rey, y de la reina Isabel de Francia, primera esposa de Felipe IV, que sin ser madre de rey está sepultada en el Panteón de Reyes. Con ellos se ocuparán todos los sepulcros del Panteón Real. ¿Dónde serán enterrados don Juan Carlos y doña Sofía?
Juan Rafael de la Cuadra Blanco afirma que «Carlos I dejó claro en su testamento que quería estar medio cuerpo debajo del altar y medio debajo de los pies del sacerdote. Y su hijo, Felipe II, cumplió su deseo». Hasta 1654 estaban, junto con su familia, debajo del altar, encima del actual Panteón. Pero fue Felipe IV quien trasladó a todos sus antepasados. Lo correcto sería devolver a Felipe II, a Carlos I y a sus esposas, las reinas Ana de Austria e Isabel, a su primitivo enterramiento. De esta manera se corregiría un error histórico, quedarían cuatro tumbas libres y se podría enterrar a dos generaciones más. Ese lugar original donde Felipe II quiso enterrar a sus padres, a sus tías, a tres de sus mujeres y a su hijo Don Carlos fue una pequeña bóveda bajo el altar y bajo las estatuas orantes del presbiterio, y ligeramente encima del Panteón de Reyes (marcado en el dibujo con una B).
Aunque algunos han propuesto hacer una nueva cripta y comunicarla con la antigua, lo cierto es que el panteón está rodeado de cámaras y pasadizos de gran interés histórico y arqueológico que harían difícil esta solución. Algunos han sugerido que los actuales reyes de España pudieran ser enterrados en la Capilla del Palacio Real de Madrid o en la Catedral de la Almudena, aunque lo lógico y correcto sería que fueran enterrados en el Panteón Real, llevando a cabo la mejor solución posible para encontrar hueco a las tumbas de los actuales reyes de España. Sin embargo, la Casa Real no se ha pronunciado al respecto.

Pan-secc.jpg Pan-plan.jpg
Sección del Panteón en época fundacional según lo dejaron terminados Felipe II y Juan de Herrera. Un metro por debajo, la sección actual, con los accesos al Coro y el Sotacoro cerrados tras los ataúdes. La cruz indica la posición del ataúd de Carlos V finalmente elegida por Felipe II, justamente bajo el Altar de la Basílica y orientado al Este. En siglo XVII se llevó a la izquierda del Altar del Panteón, marcado con una C en la parte inferior de la planta, muy lejos de su posición original bajo el Altar, donde quedó orientado al Norte, perdiéndose la orientación original al Este.
Según la descripción del Sumario del propio Juan de Herrera las partes de la sección original del edificio eran:
A. Altar de la Basílica
B. Lugar de entierro de los cuerpos reales (sacristía baja, s. XVII; trasteros o «infiernos» en el s. XX)
C. Capilla funeraria (Panteón de Reyes, s. XVII)
D. Coro de la capilla (Panteón de Infantes, s. XVII)
E. Sotacoro para los monjes (Pudridero, s. XVII)
F. Sagrario
G. Habitación de verano de Felipe II