Lindo es llegar a ese momento y poder decir que no nos quedó nada mas por hacer. Que hicimos todo lo que quisimos, que disfrutamos cada momento y que al fin llegó el momento de partir.
El fotógrafo Walter Schels y la periodista Beate Lakotta, editora de la sección de Ciencia de la Revista alemana Der Spiegel, han preparado una exposición con los retratos de 24 personas poco antes o inmediatamente después de que éstas murieran.
Eran enfermos terminales que dieron su consentimiento. La exposición incluyó las entrevistas realizadas a cada uno de ellos, en las que expresaban sus pensamientos y sentimientos ante la cercana e inevitable Muerte.
Edelgard Clavey, 67 años, del 5 de Diciembre de 2005 al 4 de Enero de 2006.
Edelgard se divorció a principios de los años 80´s y desde entonces vivió sola Nunca tuvo hijos. Era miembro activo de la Iglesia Protestante. Contrajo cáncer un año antes de su muerte, el cual pasó postrada. Hacia el final, pensaba que era una carga para la sociedad y sintió realmente ganas de morir.
"La muerte es una prueba de la adultez. Todos debemos pasar por ella. Yo realmente quiero morir. Quiero ser parte de ésta vasta y extraordinaria luz.
La muerte es un proceso incontrolable, no puedo influir en su curso. Todo lo que puedo hacer es esperar. Me dieron la vida, la he vivido, y ahora debo devolverla."
Maria Hai-Anh Tuyet Cao, 52 años, del 5 de Diciembre de 2003 al 15 de Febrero de 2004
Los pensamientos de María sobre la muerte estaban impregnados de las enseñanzas de su gurú espiritual Ching Haí. Ella creía haber visitado el más allá atravez de la meditación. Lo que María espera alcanzar es el sentido de la separación total al momento de su muerte. Todos los días se prepara mentalmente para ello.
"La Muerte no es nada. Yo abrazo a la muerte. No es eterna. Después de todo, cuando nos encontremos con Dios, seremos hermosos. Sólo somos llamados a la Tierra si estamos conectados con otro ser humano, en sus segundos finales."
Elly Genthe, 83 años, del 31 de Diciembre de 2002 al 11 de Enero de 2003
Elly Genthe era una mujer fuerte, que siempre se había manejado por su propia cuenta. A menudo decía que si no podía hacerse cargo de ella misma, preferiría estar muerta. Ella afrontaba la muerte y parecía intrépida, estaba llena de alabanzas para el personal del Hospicio y la calidad de su cuidado. Poco antes de morir, sus fuerzas parecían haber menguado.
"La Muerte no es nada. Yo abrazo a la muerte. No es eterna. Después de todo, cuando nos encontremos con Dios, seremos hermosos. Sólo somos llamados a la Tierra si estamos conectados con otro ser humano, en sus segundos finales."
Elly Genthe, 83 años, del 31 de Diciembre de 2002 al 11 de Enero de 2003
Elly Genthe era una mujer fuerte, que siempre se había manejado por su propia cuenta. A menudo decía que si no podía hacerse cargo de ella misma, preferiría estar muerta. Ella afrontaba la muerte y parecía intrépida, estaba llena de alabanzas para el personal del Hospicio y la calidad de su cuidado. Poco antes de morir, sus fuerzas parecían haber menguado.
Algunas veces durante esa ultimas semanas, dormía todo el tiempo. Otras, veía pequeños hombrecillos que salían de las macetas que pensaba iban a matarla. "Sácame de aquí." Decía recién le tomaban su mano. "Mi corazón dejará de latir si me quedo aquí, ésto es una emergencia!, no quiero morir!."
Beate Taube, 44 años, del 16 de Enero de 2004 al 25 de agosto de 2004
Beate Taube, 44 años, del 16 de Enero de 2004 al 25 de agosto de 2004
Beate había estado recibiendo tratamiento para su cáncer de mama durante 4 años. Estaba en el tramo final de la quimioterapia, y sabía que iba a morir. Incluso hasta había visto el lugar donde sería enterrada.
Pensó que sería devastador para su marido y su hija si presenciaban el momento de su muerte. Ella estuvo absolutamente sola. Su marido preparaba una taza de café en la cocina cuando sucedió. Siempre decía que morir sola sería más fácil para ella.
Rita Schoffler, 62 años, del 17 de Febrero de 2004 al 10 de Mayo de 2004
Rita y su marido se habían divorciado 17 años antes de que contrajera cáncer. Cuando se enteró de su sentencia de muerte, se dió cuenta de lo que realmente quería hacer: Quería hablar con él nuevamente. Había pasado tanto tiempo, el divorcio había sido difícil, ella le había negado acceso a la crianza de su hijo, las heridas fueron muy profundas.
Cuando lo llamó y le dijo que se moría, el vino inmediatamente. Habían pasado 20 años desde la última palabra, pero vino inmediatamente. "No debería haber esperado tanto tiempo para perdonar y olvidar. Aún estoy ligada a él a pesar de todo". Durante semanas, lo único que deseaba era morir, pero dijo: "Me encantaría poder participar de la vida una vez más".
Heiner Schmitz, 52 años del 19 de Noviembre de 2003 al 14 de Diciembre de 2003
Heiner hablaba rápido, era sumamente claro y profundo. Trabajaba en publicidad. Cuando vió el área afectada en su cerebro durante un estudio, comprendió la situación inmediatamente, no le quedaba mucho tiempo de vida.
Sus amigos no querían verlo triste y trataban de distraerlo. Siguieron mirando foot-bool como solían hacerlo, cervezas, cigarrillos y hasta fiestas en su casa. Algunos de ellos cuando se iban le gritaban: ¡Que te mejores pronto! ¡Espero pronto vuelvas al ruedo! Después contaba con ironía: "Nadie me preguntaba cómo me sentía". "¿No lo entendían?" "¡Me iba a morir!".
Roswitha Pacholleck, 47 años del 31 de Diciembre de 2002 al 17 de febrero de 2003.
"Es verdaderamente absurdo. Ahora que tengo cáncer es cuando realmente por primera vez quiero vivir". Decía Roswitha semanas después de haber sido admitida en el hospicio. "Hay gente realmente buena aquí. Disfruto cada día aquí, mi vida antes de ésto no era feliz".
Pero no culpó a nadie. Ni aún a ella misma. Ella había hecho la paz con cada uno. Apreció el respeto y la compasión que experimentó en el hospicio. "Se que voy a morir, pero, ¿Quién sabe?, puede haber un milagro". Prometió trabajar como voluntaria en el hospicio si sobrevivía.
Peter Kelling, 64 años del 29 de Noviembre de 2003 al 22 de diciembre de 2003
Peter nunca había estado seriamente enfermo en su vida. Era un funcionario que trabajaba en salud y un ejecutivo en seguridad, nunca se había permitido vicios. Aún así, se le diagnostico un cáncer de intestino. Para Noviembre el cáncer se había extendido hacia sus pulmones, a su hígado y a su cerebro.
"Tengo sólo 64 años, no debería consumirme así", decía refunfuñando.
De noche, su mente no podía dejar de revolver cosas. Lloraba mucho. Nunca habló de lo que le preocupaba. Su silencio parecía un reproche para todos a su alrededor.
Pero hubo una cosa que Peter siguió hasta el final: El Equipo local de Foot Bool. Hasta el día en que murió, el resultado de cada partido fué registrado por él en un papel que pegaba en la puerta de su habitación.
"Tengo sólo 64 años, no debería consumirme así", decía refunfuñando.
De noche, su mente no podía dejar de revolver cosas. Lloraba mucho. Nunca habló de lo que le preocupaba. Su silencio parecía un reproche para todos a su alrededor.
Pero hubo una cosa que Peter siguió hasta el final: El Equipo local de Foot Bool. Hasta el día en que murió, el resultado de cada partido fué registrado por él en un papel que pegaba en la puerta de su habitación.
Barbara Grone, 51 años del 11 de Noviembre de 2003 al 22 de Noviembre de 2003
Durante toda su vida, a Barbara le perturbó la idea de que no tenía derecho a vivir Era un bebé no deseado, al poco tiempo su madre la abandonó en una casa, pero su instinto de supervivencia era muy fuerte, y se volvió muy focalizada, decia, muy disciplinada en su forma de vivir. Después de tanto trabajo, la vida parecía darle una nueva oportunidad...
Pero entonces el cáncer atacó: un tumor ovárico, que ya se había extendido a su espalda y pelvis. No se podía hacer nada Abruptamente sus viejos miedos volvieron. Al final de su vida, declaró que fué abrumada por éstos sentimientos. "Todos mis esfuerzos fueron en vano, es como si la vida misma me rechazara".
Klara Behrens, 83 años, del 6 de Febrero de 2004 al 3 de Marzo de 2004
Ella sabía que no le quedaba mucho tiempo. "A veces tengo la esperanza de mejorar, pero luego siento las nauseas, y entonces no quiero seguir viviendo así" "¡Acababa de comprar me un refrigerador"! "¡Si tan solo lo hubiera sabido...!"
"Me pregunto si es posible tener una segunda posibilidad de vida". "Creo que no". "No le temo a la muerte". "Sólo seré uno de los millones, billones de granos de arena en el desierto...".