La típica costumbre china de amenizar los funerales con striptease parece que va a desaparecer. Varias bailarinas ya han sido detenidas y la tradición tiene un potente enemigo: la televisión.
El pasado 21 de agosto, se celebraba un funeral en Donghai, localidad de la provincia oriental de Jiangsu. La familia del fallecido contrató, como viene siendo costumbre en los entierros rurales chinos, a dos compañías de striptease. La asistencia de las bailarinas es habitual en estas ceremonias ya que, según las creencias, cuanta más afluencia de gente tenga el funeral, más honor tendrá el fallecido. Ninguno de los 200 asistentes, incluidos varios menores, se sorprendieron al ver bailar a las espectaculares mujeres.
El problema llegó cuando la Televisión Central de China decidió dar la voz de alarma sobre las obscenas costumbres rurales de algunas zonas del país haciéndose eco así de la multitud de personas que llevaban tiempo pidiendo que se prohíba este tipo de espectáculos.
Las críticas de la televisión pública causaron la intervención de la policía que acabó deteniendo a las cinco strippers. El asunto está creando un gran debate en todo el país que, por el momento, ya ha provocado que en Donghai haya que entregar a las autoridades un plan del funeral dentro de las 12 horas siguientes a la muerte de una persona.
Tal es la controversia, que hasta se ha creado un número de teléfono para denunciar este tipo de comportamientos "impropios de los funerales".
Un último dato: los denunciantes pueden llevarse una recompensa de hasta 30 euros.
El heavy metal y rock and roll sustituyen a los himnos fúnebres en Australia
Nada de himnos fúnebres tradicionales. En el principal cementerio de Adelaida, la quinta ciudad más grande de Australia, lo que se lleva para el último adiós es el heavy metal y el rock and roll
Highway to Hell (Autopista al infierno), de la mítica banda local ACDC, es una de las canciones más solicitadas para los funerales en el camposanto Centennial Park.
"Las canciones más inusuales a veces van bien en los servicios fúnebres porque describen la personalidad del fallecido", explica Bon Scott, director del cementerio.
Otro de los temas más requeridos para los funerales son Stairway to Heaven (Escalera al cielo), de Led Zeppelin; Another One Bites the Dust (Otro muerde el polvo), de la banda de rock inglesa Queen; Hit the Road Jack, de Ray Charles, y I´ll Sleep When I´m Dead (Dormiré cuando esté muerto), de Bon Jovi.
Liderando el ranking de las más requeridas están el clásico de Frank Sinatra My Way y una versión de Louis Armstrong del tema Wonderful World. En cuanto a los himnos tradicionales, sólo dos se mantienen en el top ten: Amazing Grace y Abide With Me.
La comercialización occidental de los ritos funerarios no existe en Cuba.
En todos los países, cuando se habla de dolor por la pérdida de un ser querido, la familia se encarga de realizar una ceremonia para acompañar y despedir a esa persona que dejó de existir.
Cito: En Estados Unidos “el desembolso por servicios funerarios se considera uno de los más significativos que una familia realiza después de la compra de una casa o un automóvil. Los costos aproximados son: atención profesional de $500 a $10,000; velatorio desde $600 y traslado de los restos y trámites de $100 a $2,000”.
“Hasta la fecha, las tarifas de los paquetes funerarios han experimentado desde la década de los 90 un crecimiento mayor al 100 por ciento, y el servicio se ha convertido en una industria con ganancias superiores a los $20,000 millones anuales en el país”.
En el sur de América, en la ciudad de Rosario, Argentina, Ramona Solís acudió a las autoridades porque no podía dar sepultura a su padre por no contar con 2700 pesos para los funerales.
Es increíble que un momento de dolor se convierta en un negocio para algunos y una tragedia para otros, criticable es el hecho de que los servicios funerarios sean asumidos por particulares que ven una mercancía en un cadáver.
En Cuba, los funerales se realizan en instituciones estatales. Los familiares sólo pagan el arreglo floral y el taxi para la transportación hacia el cementerio de los familiares.
Las funerarias brindan servicio gratuito de traslado del fallecido desde la casa ú hospital y hacia el cementerio; velatorio hasta por 24 horas; local con ventilación y muebles para estancia de numerosas personas; carrocería especial para el fallecido; objetos decorativos a petición de los clientes como banderas, candelabros y cruces; preparación y exhibición del cadáver; coordinación con el cementerio, la florería y el transporte; personal diario para la atención directa a los dolientes. Las certificaciones son emitidas por el cementerio en el menor plazo posible y se avalan con la impostación de un sello equivalente a cinco pesos.
En caso de cremación, conservación del cuerpo y traslado hacia otras provincias se recurre a la instalación provincial (en Ciudad de la Habana, Calzada y K) para ese tipo de gestión. Todas las funerarias tienen servicio de cafetería aledaña al local y se oferta café, agua y refresco, por pedido de la capilla.
Leonor Díaz, administradora de la funeraria Bernardo García, ubicada en las céntricas calles de Zanja y Belacoaín, manifestó que es preocupación del gobierno que se cuenten con los recursos necesarios para el ejercicio de la actividad. Nunca falta el combustible para los autos, ni la electricidad, ni las cajas. Si hay demora en la elaboración de las coronas y no consiguen personal estable para este tipo de trabajo. Se respeta mucho la decisión de los familiares en cuanto a la selección de la hora y el lugar del enterramiento y se pone mucho empeño para que no haya impuntualidades.
Con un carácter afable y una conversación amena, Leonor señaló que a pesar de tener más de 20 años en la actividad no deja de temerle a la muerte, ve en las enfermedades la vía abierta hacia el final de la vida y por ello siente el dolor ajeno como propio.
La pérdida de un familiar no puede reponerse nunca, los últimos momentos son muy triste pero se siente un gran alivio cuando otras personas contribuyen a soportar las penas y compensarlas. Eso se agradece y nunca se olvida.
Nuria Barbosa León es periodista de Radio Progreso y Radio Habana Cuba .