Un funeral medio en la región cuesta 3.194 euros, un precio algo menor que el año pasado, por lo que sigue siendo el más caro de España, según datos de la Confederación de Asociaciones de Consumidores y Usuarios de Madrid.
Frente al entierro tradicional gana adeptos la cremación, que ya utilizan más del 40 por ciento de las familias madrileñas, Madrid sigue siendo la comunidad autónoma donde resulta más caro un funeral. El entierro más barato es el tradicional, ya que un nicho durante diez años cuesta una media de 3.194 euros.
La cremación, a la que se acoge más del 40 por ciento de las familias madrileñas, se sitúa en 3.204 euros --salvo que se tenga un nicho en propiedad-- si se cuenta con el alquiler de un cenicero por diez años. En ambos casos no se han tenido en cuenta otros gastos como la instalación de una mesa de firmas o la publicación de una esquela en medios de comunicación.
Además, y al margen del entierro propiamente dicho, y durante la última semana anterior al Día de los Difuntos, el precio de un ramo de flores, el símbolo más utilizado para recordar a los desaparecidos, suele subir entre un 40 y un 60 por ciento.
Los gastos del sepelio
Respecto al féretro, los precios cambian en función de los materiales y los acabados, pasando del comercial de 18 milímetros de madera de chopo y tapizado interior de seda blanca con sudario al de lujo de 60 milímetros de roble y nogal, tapizado interior abullonado y nido de abeja. Igualmente, se pueden encontrar disparidad de precios dependiendo de los establecimientos donde se adquiera.
Sin embargo, el precio medio de un ataúd ronda este año los 685 euros, incluyendo el acondicionamiento sanitario del cadáver, según datos de la confederación vecinal. Si se opta por el enterramiento, la Confederación recordó que hay que tener en cuenta que en realidad lo que se hace es pagar el alquiler de un nicho por diez años, ya que la mayoría de la población no tiene acceso los panteones por su elevado precio.
Pasado ese tiempo los familiares tienen que buscar un lugar donde depositar los restos. Un nicho de uso inmediato y situado en una andana media no baja de los 820 euros. Por su parte, la cremación de un cadáver sale, en total y por término medio, por unos 878 euros sumando la cremación en sí misma y el alquiler por diez años de un cenicero. El precio de los velatorios es muy diferente según localidades, pero la media no baja de 502 euros. En cuanto al coche fúnebre, el precio medio está situado en 482 euros.
Los gastos de gestión y certificación de defunción, expedido por el Colegio de Médicos, ofrecen una gran variedad dependiendo de cada provincia, pero el coste medio ronda los 135 euros en el caso de los gastos de gestión. Por último la tasa de inhumación tiene un precio medio de 175 euros. A esos gastos habría que sumar las coronas de flores, (unos 195 euros de media) y algunos otros gastos sin especificar (155 euros). Algunas familias financian también la publicación de una esquela en diversos medios de comunicación (alrededor de 380 euros dependiendo del tamaño) e incluso una mesa de firmas que suele ascender a los 40 euros, según datos de la entidad.
Para la Confederación, ante estas cifras la contratación de un seguro de deceso "suele ser una práctica corriente y muy aconsejable". Se trata de una póliza que se paga anualmente, o por meses, que cubre todos los gastos que genera el fallecimiento.
Derechos y consejos
La Confederación de Asociaciones de Consumidores han recordado que los familiares del difunto tienen derecho a contratar la empresa funeraria que más les convenga o interese con independencia de que tengan contratado, o no, un seguro de decesos. Además, todos los usuarios tienen derecho, con carácter previo a la contratación del servicio, a un presupuesto por escrito. El presupuesto tendrá carácter vinculante para la empresa funeraria.
Las empresas de servicios funerarios deben tener una lista de precios con todos sus productos y servicios a disposición del público. La Confederación ha indicado que el derecho del usuario a reclamar es el mismo que en cualquier otro servicio y con las mismas garantías. Las quejas y/o reclamaciones pueden presentarse ante las empresas funerarias (que tendrán hojas de reclamaciones a disposición del público), en una asociación de consumidores o en una Junta Arbitral de Consumo.
Sepultura en casa.
Frente al entierro tradicional gana adeptos la cremación, que ya utilizan más del 40 por ciento de las familias madrileñas, Madrid sigue siendo la comunidad autónoma donde resulta más caro un funeral. El entierro más barato es el tradicional, ya que un nicho durante diez años cuesta una media de 3.194 euros.
La cremación, a la que se acoge más del 40 por ciento de las familias madrileñas, se sitúa en 3.204 euros --salvo que se tenga un nicho en propiedad-- si se cuenta con el alquiler de un cenicero por diez años. En ambos casos no se han tenido en cuenta otros gastos como la instalación de una mesa de firmas o la publicación de una esquela en medios de comunicación.
Además, y al margen del entierro propiamente dicho, y durante la última semana anterior al Día de los Difuntos, el precio de un ramo de flores, el símbolo más utilizado para recordar a los desaparecidos, suele subir entre un 40 y un 60 por ciento.
Los gastos del sepelio
Respecto al féretro, los precios cambian en función de los materiales y los acabados, pasando del comercial de 18 milímetros de madera de chopo y tapizado interior de seda blanca con sudario al de lujo de 60 milímetros de roble y nogal, tapizado interior abullonado y nido de abeja. Igualmente, se pueden encontrar disparidad de precios dependiendo de los establecimientos donde se adquiera.
Sin embargo, el precio medio de un ataúd ronda este año los 685 euros, incluyendo el acondicionamiento sanitario del cadáver, según datos de la confederación vecinal. Si se opta por el enterramiento, la Confederación recordó que hay que tener en cuenta que en realidad lo que se hace es pagar el alquiler de un nicho por diez años, ya que la mayoría de la población no tiene acceso los panteones por su elevado precio.
Pasado ese tiempo los familiares tienen que buscar un lugar donde depositar los restos. Un nicho de uso inmediato y situado en una andana media no baja de los 820 euros. Por su parte, la cremación de un cadáver sale, en total y por término medio, por unos 878 euros sumando la cremación en sí misma y el alquiler por diez años de un cenicero. El precio de los velatorios es muy diferente según localidades, pero la media no baja de 502 euros. En cuanto al coche fúnebre, el precio medio está situado en 482 euros.
Los gastos de gestión y certificación de defunción, expedido por el Colegio de Médicos, ofrecen una gran variedad dependiendo de cada provincia, pero el coste medio ronda los 135 euros en el caso de los gastos de gestión. Por último la tasa de inhumación tiene un precio medio de 175 euros. A esos gastos habría que sumar las coronas de flores, (unos 195 euros de media) y algunos otros gastos sin especificar (155 euros). Algunas familias financian también la publicación de una esquela en diversos medios de comunicación (alrededor de 380 euros dependiendo del tamaño) e incluso una mesa de firmas que suele ascender a los 40 euros, según datos de la entidad.
Para la Confederación, ante estas cifras la contratación de un seguro de deceso "suele ser una práctica corriente y muy aconsejable". Se trata de una póliza que se paga anualmente, o por meses, que cubre todos los gastos que genera el fallecimiento.
Derechos y consejos
La Confederación de Asociaciones de Consumidores han recordado que los familiares del difunto tienen derecho a contratar la empresa funeraria que más les convenga o interese con independencia de que tengan contratado, o no, un seguro de decesos. Además, todos los usuarios tienen derecho, con carácter previo a la contratación del servicio, a un presupuesto por escrito. El presupuesto tendrá carácter vinculante para la empresa funeraria.
Las empresas de servicios funerarios deben tener una lista de precios con todos sus productos y servicios a disposición del público. La Confederación ha indicado que el derecho del usuario a reclamar es el mismo que en cualquier otro servicio y con las mismas garantías. Las quejas y/o reclamaciones pueden presentarse ante las empresas funerarias (que tendrán hojas de reclamaciones a disposición del público), en una asociación de consumidores o en una Junta Arbitral de Consumo.
Sepultura en casa.
En un momento en el que millones de estadounidenses pasan apuros para cumplir con los pagos de la hipoteca, los 6000 dólares que cobran en promedio las funerarias para un sepelio, sin incluir gastos de incineración o entierro, son un lujo que muchos no pueden permitirse. Sobre todo cuando el costo total puede trepar hasta los 20.000 dólares. Así, una tendencia que creció en los últimos años se consolidó con la crisis: los entierros en la propia casa.
Cada vez más familias optan por esta opción que permite velar o dar sepultura a sus allegados de una forma más íntima y, además, económica: en ningún caso el servicio supera los 3000 dólares. Ya hay 44 estados, además del distrito de Columbia, que dieron total libertad a los allegados para disponer de los restos de sus seres queridos.