En la civilización occidental los ritos funerarios son comunes en todos los países, excepto algunas variaciones de ámbito local, y podemos elegir generalmente sólo entre dos opciones, el enterramiento o la cremación, para nuestros difuntos. Sin embargo en el resto del mundo hay variedad de costumbres y tradiciones a la hora de dar al finado su última morada de descanso.
Y entre todas las diferentes formas conocidas en el mundo entero es necesario destacar sobre todas el ritual funerario del Tibet. Este país, que se asienta en una meseta de 3.500 a 4.500 metros de altitud entre el Kuenlun al norte y el Himalaya al sur, está considerado como una tierra lejana y misteriosa, un desierto cubierto de nieves perpetuas, y objeto de múltiples narraciones, que atrajeron siempre el interés y la curiosidad el mundo entero.
Pues bien, en este escenario de tierra inhóspita los ritos funerarios son interesantes y muy variados. Practican por ejemplo la sepultura en el agua, la incineración, la inhumación en la tierra o el embalsamamiento en un “Stupa”, según el nivel social y financiero del difunto y su familia. Y otro rito mas, “el funeral celeste”. Estos funerales son práctica común entre la gran mayoría de la población.
Conozcamos un poco mejor éste último… Envuelto en una sábana blanca, el muerto se deposita en un rincón de la habitación donde permanecerá entre tres y cinco días, durante los cuales los monjes salmodiaran textos sagrados para separar el alma del cuerpo. Seguidamente se elige el día adecuado para los funerales que generalmente empiezan al amanecer. Mas tarde se envolverá el cadáver en una manta blanca, la “Phula”, y el heredero de la familia llevara al muerto hasta el rellano de la casa donde el encargado de los “funerales celestes” le esta esperando; este se lo cargará a la espalda y se lo llevará.
Todos los miembros de la familia asisten a los funerales, y tras haber depositado al muerto sobre una roca, se enciende un fuego de ramas de pino y ciprés, ya que el denso humo del fuego atraerá a los buitres. Entonces el ejecutor disecciona el cadáver tumbado boca abajo y es ofrecido a las aves carroñeras que en pocos minutos hacen desaparecer todo rastro del difunto. El cadáver debe desaparecer totalmente para permitir la liberación del alma.
Dado que los tibetanos creen que el cuerpo es sólo un recipiente, y ya que al morir no sirve para nada, toman este rito funerario como una ofrenda a Buda, ofrenda que se realiza a través de pájaros sagrados, los Buitres.
Por qué los norteamericanos comen en los velorios
Todos vimos alguna película norteamericana donde luego de enterrar a un muerto la familia y amigos se reúnen y comen un pequeño banquete. Vestidos de luto, los deudos pasean frente a la mesa eligiendo entre toda clase de comidas, como si fuera una fiesta o Navidad. A los argentinos esta situación les produce sorpresa y también algo de rechazo. Pareciera que comer en un funeral es una falta de respeto, o que no se puede sufrir y comer.
Existe muchas diferencias culturales y logísticas entre cómo se desarrollan los funerales en Estados Unidos y los velatorios en Argentina que podrían explicar la presencia y la ausencia de comida en cada caso. Lo cierto que en el distintos países del mundo comer forma parte indivisible de los actos que rodean a un funeral.
Para saber más acerca de la relación entre la comida y los funerales, entrevistamos a Alan Trueba, titular de la casa morturia de American Family Funeral & Cremations, en Florida, Estados Unidos.
"Yo almorcé en un funeral"
Mario Lozano es un argentino que vive en Estados Unidos. Cuenta cómo fue su primera experiencia y lo importante que resulta la comida en estos casos.
-¿De dónde viene la tradición de comer en los funerales?
-Reunirse después de un entierro es muy común en los Estados Unidos, aunque no sé de donde viene la tradición. Entiendo que tiene que ver con la necesidad de darse apoyo, hacer catarsis contando historias y anécdotas del difunto. De todas maneras, me da la sensación de que es algo menos establecido en zonas como Florida porque hay más gente de paso.
-¿Qué se come en un funeral?
-De todo. Es muy común que la familia o los más íntimos sean quienes lleven los alimentos preparados por ellos mismos. Cada uno aporta algo, como pollo, jamón, ensalada de papa… Lo que no falta es algo dulce, como tortas para terminar y, aunque cada uno hace lo que quiere, lo usual es que no se beba alcohol.
-Estas comidas funerarias ¿Se hace en las casas?
-No hay nada establecido, puede hacerse en la casa del familiar o en la iglesia donde se lo vele. En ese caso, suele haber un saloncito aparte para reunirse. La comida, en ese caso, será más de estilo finger food, pero si es en una casa será con todos sentados a la mesa.
-¿Cómo es el operativo?
-La familia se encarga de todo. Y si no tienen ganas de cocinar pueden contratar un catering. Sin embargo, en algunas iglesias, como las bautistas, suele haber algo para picar.
-¿Le llama la atención que en la Argentina no exista la misma costumbre de comer en los funerales?
-La verdad que sí, porque ustedes son de fomentar los vínculos familiares y esto no es otra cosa que una excusa para darse apoyo y pasar un rato más juntos.
Cuánto cuesta un catering funerario
Conocer cuánto cuesta el catering de un funeral es como querer saber cuánto cuesta una noche de hotel, es decir, hay miles de opciones y valores. Por eso, en este caso se prefirió preguntar por un servicio standard y para eso se comunicó con el salón funerario Alpine Banquet House, en Chicago. Allí un empleado que no quiso dar su nombre nos respondió:
-¿Cómo es proceso de decidir la comida?
-La familia es la que se encarga de ver qué van a comer, aunque pueden pedir a la funeraria que le recomienden algún catering. Nosotros estamos a 15 minutos de Chicago, muy cerquita de los dos cementerios principales. Ofrecemos cuatro menúes, que cuestan $ 11.95 por persona. Incluyen sopa, ensalada, una opción de vegetales, pasta/papas, tres opciones de carnes y postre (helado de vainilla, pastel de amaretto, apple strudel) y café.
-¿En qué cambian las opciones?
-En las carnes que se ofrecen. Por ejemplo, el menú #1 tiene: Cerdo, pollo, salchicha polaca. El #2: Filetes de cerdo empanados, pollo, salchichas alemanas. El 3# carne de vaca, pollo, Schnitzel, (de cerdo y ternera) y el menú #4 es con Carne de vaca, pollo estilo italiano, salchicha italiana. Esta última es la opción que más nos piden.