Olga Guillot (n. Santiago de Cuba, 9 de octubre de 1922 – m. Miami, 12 de julio de 2010) fue una cantante cubana que se hizo popular en toda América Latina al interpretar temas musicales pertenecientes al género del bolero como «Miénteme», «La gloria eres tú» o «Tú me acostumbraste». Durante su carrera artística de casi siete décadas, obtuvo veinte Discos de Oro, diez de Platino y uno de Diamante, como así también un premio Grammy Latino a la trayectoria en 2007. Apodada «la reina del bolero», cantó junto a Frank Sinatra y Edith Piaf; en los años 1960, luego de la Revolución cubana, se asentó primero en Venezuela y luego, en México y Miami, donde permaneció hasta su muerte. También incursionó como actriz en 16 películas y condujo su propio ciclo televisivo, El show de Olga Guillot.
Primeros añosHija de artistas catalanes, nació el 9 de octubre de 1922 en la ciudad de Santiago de Cuba, al sureste de la isla. En su adolescencia se trasladó con su familia a La Habana y, atraída por la música, debutó como cantante junto a su hermana mayor Ana Luisa formando el dúo «Las hermanitas Guillot» en el programa radial La corte suprema del arte, donde obtuvo una distinción. Formada en las disciplinas del baile y el drama, Olga Guillot estudió canto en el Conservatorio de La Habana con la soprano Hortensia Cohalla y el cantante Mariano Meléndez; también, en la década de 1930, cantaba generalmente durante las reuniones familiares y algunos programas radiales.
Comenzó cantando tangos, influenciada por Libertad Lamarque y Mercedes Simone. En los años 1940, la vocalista formó parte del cuarteto Siboney, dirigido por la compositora Isolina Carrillo y cuyo pianista, Facundo Rivero, le facilitó el debut como solista en el local nocturno Zombie Club, en 1945. A partir de ese entonces, sus actuaciones se acrecentaron en los teatros más relevantes de Cuba y encabezó temporadas en los cabarets Sans Souci, Montmartre y Tropicana.
Comienzos profesionales
En 1946 estrenó el bolero «La gloria eres tú», de José A. Méndez, y ese año grabó para Panart la versión en español de la melodía norteamericana «Stormy Weather» («Lluvia gris», en español), con la que logró su primer éxito discográfico.[5] En el mismo año, debutó en la emisora de radio 1010, a la que le siguieron sus actuaciones en Coco, RHC-Cadena Azul, Radio Progreso, etc.
Seleccionada en 1946 por la ACRI (Unión de Crónica Tele-Radial) como la «cancionista más destacada de Cuba», ese año realizó su primera actuación en la sala de espectáculos Habana-Madrid de Nueva York y llevó a cabo unas grabaciones discográficas bajo el sello de la compañía Decca alentada por Miguelito Valdez. En 1948, junto a René Calbell,[3] se trasladó a México y ahí grabó para la empresa Anfión con la orquesta de Gonzalo Curiel y realizó su primera intervención cinematográfica en la película La venus de fuego al lado de Meche Barba. Posteriormente, una gira de año y medio la trasladó por Argentina, Chile, Perú, Brasil, Colombia y México, donde grabó para Columbia, con el respaldo de la orquesta de Juan Bruno Tarraza y Felo Bergaza en la producción de Sun Sun Dambae, en el cabaret Sans-Souci.
Elegida en 1951 la «reina de la radio» por diversos admiradores del concurso patrocinado por el periódico Mañana, Olga Guillot continuó sus giras por Latinoamérica de forma exitosa entre 1952 y 1953, grabando a su vez con el respaldo del pianista y compositor Juan Bruno Terraza; en 1954 debutó en Radio Progreso con ayuda de Tito Garrote.
Consagración en Cuba
En 1954, además, firmó un contrato para la compañía Puchito y continuamente, grabó el bolero «Miénteme», de Chamaco Domínguez, una de sus canciones más reconocidas, con la que en 1955 obtuvo el Disco de Oro. Según la escritora Yolanda Novo Villaverde, «este bolero puede ser tomado como epítome del estilo interpretativo de la cantante... "Miénteme" constituye uno de los múltiples ejemplos de expresión de un sentir masoquista en el género del bolero. Sólo en Cuba vendió medio millón de copias y, en México, pasó semanas en los primeros lugares de las emisoras, y se hizo muy popular en el resto de América Latina.
«El bolero no es una música vieja. Lo que pasa es que hubo un tiempo en que la balada entró muy fuerte y eso hizo que el bolero padeciera un pequeño secuestro. Pero en estos momentos está muy bien, porque la gente joven se ha volcado mucho con él. Hay una nueva generación que se arrulla con el bolero y para mi es muy bonito que la gente joven esté conociendo este género a través de artistas de su propia edad.»
La cantante no sólo era reconocida en su propio país, donde se la proclamó «La mejor voz cancionera de Cuba», sino también en Nueva York y diversos países de Latinoamérica. Guillot compartió escenario con Sarah Vaughan, Edith Piaf y Nat King Cole, a quien, según sus allegados, le dio algunos consejos sobre la manera de cantar en español cuando éste grabó un disco en Cuba. Contemporáneamente, participó del espectáculo Cuba canta y baila que se presentó en los teatros América y Radiocentro.
En 1954, 1955 y 1956 ganó el premio de la Crítica Diaria de Radio y Televisión a la mejor voz femenina de Cuba. En 1957 regresó a México, donde popularizó el bolero «Tú me acostumbraste», de Frank Domínguez. En 1958, trabajó en Europa por primera vez, con giras por Italia, Francia, Alemania y España. En el Casino de Palm Beach, en Cannes, compartió el escenario con la cantante francesa Edith Piaf. También grabó para la firma Musart, acompañada por el maestro José Sabre Marroquín. Actuó posteriormente en radio, televisión y espectáculos de cabaret y grabó el disco «Olga de Cuba» bajo la dirección musical de Humberto Suárez. En 1961 recibió un disco de diamante por ser la cantante cubana con más discos vendidos en el período de 1954 a 1960 respectivamente.
Exilio y consagración en países extranjeros.
En febrero de 1961, luego de la Revolución cubana liderada por Fidel Castro, abandonó Cuba con su hija Olga María (hija del compositor René Touzet), después de que el gobierno le quitó sus propiedades. Primeramente, se trasladó por seis meses a Caracas (Venezuela), en espera de poder fijar su residencia en Estados Unidos. Al momento de su salida, era una de las figuras invitadas en el espectáculo Serenata Mulata, en el cabaret Capri de La Habana. Finalmente, el compositor José Sabre Marroquín la invitó a asentarse en México, país en el que vivió durante aproximadamente tres décadas y al que consideró su «segunda patria y hogar». En 2008, durante una entrevista, la cantante expresó: «En Cuba silenciaron mis boleros, quemaron mis programas de radio y televisión, como si yo no hubiera existido nunca. Me duele mucho. Fidel me quitó mi casa y mi carrera de 18 años. Me llevaron presa tres veces y cuando mi hija tenía 18 meses me dijeron: "Como sigas hablando mal de la revolución, no la ves más.»
Si bien en México interpretó temas musicales de Armando Manzanero, Luis Demetrio y Lolita de la Colina, en 1963 la Academia de Artes John F. Kennedy de Hollywood le otorgó el premio Palmas de Oro como la mejor bolerista latinoamericana y en 1964 realizó su primer concierto en el Carnegie Hall de Nueva York. En mayo de 1965, acompañada por el trío Los Panchos y Miguelito Valdez, se presentó en el Teatro Paramount de Broadway. Obtuvo en 1967 el segundo lugar en el Festival de la Canción de Miami, en el que participó con la canción «Bravo» y un año más tarde, viajó a España y actuó primero en el Florida Park de Madrid y posteriormente, en Barcelona, donde recibió el premio Olé por su interpretación de la canción «Adoro», de Armando Manzanero. Es en esa época cuando se presentó al lado de Frank Sinatra en la inauguración del Hotel Manila-Hilton de Filipinas e intervino en el Festival de Eurovisión.
Recordemos a Olguita con éstos éxitos Interpretados por ella en sus días de Bonanza. Sólo de click en el nombre de la Melodia que sea de su agrado. |
De sus canciones más famosas destacan «Miénteme», de Chamaco Rodríguez; «La gloria eres tú», «Cuando estoy contigo», «Soy tuya», «No», «La noche de anoche», «Qué sabes tú», «Voy», «La mentira», «La canción de mis canciones», «Palabras calladas», «Lágrimas negras», «Campanitas de cristal», «Contigo en la distancia», «Sabor a mi», «Alma mía», etc.[7] De entre sus más de cincuenta discos de larga duración figuran «Romance y melodía», «La temperamental Olga Guillot», «Canciones de María Grever», «12 éxitos románticos», «Añorando el Caribe», «La Guillot interpreta a Manzanero», etc. En el medio televisivo, se destacó conduciendo El show de Olga Guillot, que se mantuvo durante varios años y en el que comenzó su carrera el mexicano José José. Entre los 16 filmes en que participó se destacan Opio, No me olvides nunca, Yambao, Música de ayer, Una estrella y dos estrellados, etc.
En 1975 grabó en España para CBS el bolero «Me muero...me muero», trabajo al que le continuaron el triple álbum grabado en Buenos Aires para la casa discográfica Orfeón, el realizado ese mismo año en México, los long-play realizados en 1980 y 1982 en Argentina y los recitales que ofreció en el Carnegie-Hall de Nueva York. También trabajó para teatro y televisión. En 1980 debutó en la obra Esperanza Peña, escrita en Miami especialmente para ella, y en televisión protagonizó la telenovela Un color para esta piel. En marzo de 1988, con motivo de la obra Los 100 años del bolero, celebrada en República Dominicana, acompañó a Lucho Gatica y Roberto Ledesma. En diciembre celebró sus bodas de oro con el bolero. Posteriormente, otras actuaciones llevaron a Olga Guillot por Panamá (1990) o a Puerto Rico (1991). La cantante, que en su repertorio incluyó melodías de los más conocidos autores hispanoamericanos y españoles, recibió una gran cantidad de premios. Así, sus grandes éxitos discográficos fueron galardonados con tres Heraldos de México, cinco Discómetros de Oro, concedidos también en México; tres Guaicapuros de Oro de Venezuela; dos Guidos de Oro de Perú, un Búho de Oro de Panamá, veinte Discos de Oro, diez Discos de Platino y un Disco de Diamantes; también, fue designada «máxima representante del bolero cubano en todo el mundo» en posesión de la Orden Don Francisco de Miranda, concedida en el Palacio de Miraflores de Caracas. Fue premiada por la Asociación de Cronistas de Espectáculos de Nueva York (ACE) y por prestigiosas asociaciones de críticos de todo el mundo. Además de los galardones y homenajes recibidos, varias calles del mundo llevan su nombre, así como un premio que se concede anualmente a artistas cubanos en el exilio.
Hasta poco antes de su muerte, Guillot continuó brindando recitales en Nueva York, Miami, México, etc. En 1995 actuó en Santa Cruz de Tenerife con motivo de la segunda edición del Festival Santa Cruz, en el que también participaron los grupos tinerfeños Maresía y Los Sabandeños. Ese año, Guillot se negó a poner su voz para un disco del grupo español Los Sabandeños, en el que también incursionaba Silvio Rodríguez. En esa ocasión, comentó que «un disco con su voz y la de Silvio resultaría "bonito" para Fidel Castro en caso de que llegase a Cuba», donde ella tenía prohibida la entrada desde hacía 35 años. A menudo, durante sus últimos reportajes, solía comentar que tenía «la esperanza de volver a una Cuba libre, donde todos los artistas cubanos iremos a cantar.» Viajó a España en mayo de 1997 y volvió en 1998, coincidiendo con su sesenta aniversario del inicio de su carrera artística, para realizar una serie de recitales por Madrid, Gijón, Barcelona, Sevilla y Salamanca. En la década de 1990, adquirió un apartamento en el barrio de Polanco del distrito federal y otro en Bal Harbour, en Miami Beach. En 2000 firmó un contrato con la multinacional Warner y para el año siguiente, en 2001, lanzó a la venta «Faltaba yo», en el que incluyó arreglos musicales como «Me muero...me muero», al cual definió como «el bolero más erótico que he cantado», o «Soy lo prohibido», que también interpretó Peret. En enero de 2002 presentó nuevos boleros en Madrid y Barcelona, en el transcurso del Festival del Milenio. Poco antes, había recibido el premio Laras por sus más de sesenta años de carrera artística y el premio Heroes Awards por su contribución al mundo de la música. Fue distinguida en México con la medalla María Teresa Montoya en 2004, el mismo año en el que recibió el premio Casandra en la República Dominicana.
En sus últimos años publicó su autobiografía titulada Con derecho a balcón, editada por editorial Planeta. En 2007, fue distinguida como una de las «leyendas de la música latina» por la Academia Latina de la Grabación, productora de los premios Grammy Latinos.
Fallecimiento.
Durante velorio de Roberto Suárez, el fundador de El Nuevo Herald, se sintió indispuesta e ingresó el 9 de julio de 2010 al Hospital Mount Sinaí, de Miami, por su propia cuenta. Ese mismo día sufrió un infarto y el 10 de julio la indujeron en estado de coma para poder colocarle un respirador mecánico. Sin embargo, el 12 del mismo mes se le detectó un coágulo y falleció a los 87 años a causa de un infarto a las 12.45 h,[9] rodeada de su hija y de algunos allegados. Raquel Pouget, la vocera de la familia, recordó que hacía apenas unos días, en una reunión familiar, Guillot expresó que entre los dolores que había pasado en su vida, el mayor había sido el de no ver a su país natal liberado. «Ella dijo: "si yo me muero mañana el dolor que me llevo en el alma es no ver a Cuba libre"».
Su funeral se llevó a cabo el 14 de julio y como parte de éste, representantes de algunas organizaciones cubanas trasladaron el féretro cubierto con la bandera de Cuba la iglesia St. Michael's, donde aproximadamente 500 personas concurrieron a darle el último adiós. Luego de un oficio religioso llevado a cabo al día siguiente por el arzobispo de Miami, Thomas Wenski, y monseñor Agustín Román, sus restos fueron inhumados en una ceremonia privada.
Vida personal
Guillot contrajo matrimonio primeramente con el actor Alberto Insúa (1926-2003), pero su segunda pareja fue el compositor y pianista René Touzet (1916-2003), con quien tuvo a su única hija: Olga María (n. 1960), que se dedicó a la misma profesión que su madre.
[editar] Valoración e influenciaEl escritor Rosendo Rosell, en su libro Vida y milagros de la farándula de Cuba, la definió en conjunto con Elena del Cueto como «dos extraordinarias y espectaculares artistas cubanas». El productor musical Jaime Almeyda, resumiendo la repercusión que había tomado el fallecimiento de la cantante en México, expresó: «[En México], a Olga Guillot se le quiere como si fuera mexicana porque vino a este país cuando salió de Cuba en 1961.» También, varias calles del mundo llevan su nombre y fue una de las primeras mujeres en interpretar boleros, género que era generalmente relacionado a los varones. Fue la primera cantante latina en actuar en el Carnegie Hall, de Nueva York.
El humorista Guillermo Álvarez Guedes, quien trabajó con ella en la década de 1950 en el cabaret Montmartre junto a Beny Moré, comentó: «Olga era todo música, su vida giraba alrededor de la música. Era una intérprete fantástica. Siempre fue muy cordial.» El actor y periodista Evelio Taillacq señaló que Guillot «demostró que las intérpretes femeninas podían ser atractivas para el mercado discográfico». La compositora Concha Valdez, de quien fue íntima amiga, la definió como una «mujer única, alegre, patriota y en lo referido a lo artístico, una actriz de la canción». Su opinión coincidió con la del productor Emilio Estefan, quien destacó que «cambió el bolero, algo muy difícil para un intérprete, y su estilo influyó en el de muchos artistas.»
Durante una entrevista desde Nueva York, el compositor cubano Memé Solís declaró que Guillot le había ofrecido su primera oportunidad para actuar cuando él era un adolescente. El músico Agustín Lara redactó: «Después del cielo, Cuba; después de Cuba, Olga Guillot.» La cantante, que produjo 50 álbumes y filmó 16 películas, es considerada una de las exponentes musicales más relevantes de Cuba al igual que Celia Cruz.
Dolores del Rio