Muerte en la Horca
La horca es el método de ejecución mediante estrangulamiento más utilizado a lo largo de los siglos. Presente ya en la antigüedad y citado en la Biblia, presumiblemente fue de utilización posterior al estrangulamiento mediante las manos, a partir del momento en que los homínidos empezaron a manipular utensilios como los pedernales y las lianas, ampliando así su capacidad agresiva.
Ha sido, además, tanto un sistema de ejecución como de suicidio. Miles de personas se han suicidado ahorcándose, y también miles han sido las ahorcadas contra su voluntad, como resultado de sentencias judiciales o como consecuencia del furor popular desatado, linchadas a causa de odios y emociones desbocadas. Dentro de este apartado al margen de la actividad judicial la horca tendrá un triste protagonismo en las sociedades racistas de Sudáfrica y Estados Unidos hasta muy avanzado el siglo XX. Su desgraciada popularización en estos casos se deberá en parte al limitado instrumental requerido: una soga y cualquier punto del que poder colgarla, por ejemplo un árbol.
Como ejecución judicial, a partir del siglo XVIII, sobre todo en Inglaterra, se buscará mejorar la forma de ejecución, con la finalidad de conseguir una muerte lo más rápida e indolora posible. Se estudiarán con esta finalidad las sogas más adecuadas, su longitud, el tipo de nudo, las características del patíbulo, el uso de trampillas y la caída óptima del cuerpo del condenado de cara a conseguir el desnucamiento sin tener que esperar a la muerte por asfixia a causa del estrangulamiento. Antes, hasta el siglo XVIII, daba igual si la agonía era lenta, ya que este componente añadido de tortura en las ejecuciones era más una virtud que un inconveniente.
En el mundo anglosajón será donde más se utilizará la horca, siguiendo la tendencia marcada por Inglaterra. Esta es la razón por la que los relatos y las películas del Oeste están llenas de escenas de ahorcamientos improvisados u organizados a raíz de alguna sentencia judicial.
En España, la horca es el método de ejecución más común hasta el año 1832, momento en que es sustituida de forma sistemática por el otro método de estrangulamiento, el garrote (hasta entonces se usaban los dos métodos de ejecución). Por esto la situación descrita por Cervantes cuando Don Quijote y Sancho Panza se despiertan debajo de un árbol del que cuelgan unos cuantos ahorcados, es de un gran realismo. La escena no es ninguna muestra de la fantasía del autor de El Quijote, sino un fiel reflejo de la realidad imperante allá a principios del siglo XVII en España:
La cita con la que hemos abierto este apartado, también de Cervantes, nos indica lo habitual que era en aquellos tiempos la utilización de la pena de muerte mediante la horca, lo cotidiana que era su presencia, incrustada en la vida diaria, incluso vivida como forma de entretenimiento por parte del pueblo.
Algunas ejecuciones mediáticas mediante la horca:
-Las brujas de Salem. En 1692, en Salem, una pequeña aldea de Massachussets, más de 150 personas fueron encarceladas acusadas de brujería, entre ellas niños y niñas. Entre el 19 de junio y el 22 de septiembre fueron condenadas y colgadas en la horca 20 personas.
-Los mártires de Chicago. El 11 de noviembre de 1886 fueron ejecutados en la horca cuatro líderes sindicales. Se les acusaba de la explosión de una bomba que había matado a un policía. Las ejecuciones se llevaron a cabo en medio de grandes protestas y tras un juicio lleno de irregularidades. Su condena fue debida a su liderazgo laboral y a su militancia anarquista, como cabecillas de las reivindicaciones por la jornada laboral de ocho horas, cosa que amenazaba los intereses de industriales y conservadores dentro del gobierno.
-Criminales nazis y nipones. En 1946 murieron ahorcados los criminales nazis juzgados en los Juicios de Nurenberg. Dos años más tarde murieron también ahorcados los altos cargos japoneses acusados de crímenes contra la humanidad durante la Segunda Guerra Mundial.