Muerte por Inyección Letal
La inyección letal es el último método de ejecución incorporado al catálogo de formas de aplicar la pena de muerte. Se aprobó por primera vez en los Estados Unidos, en Oklahoma y Texas, en 1977. El primer ejecutado con este nuevo procedimiento fue Charles Brooks, en Texas (1982).
En la actualidad es el método de ejecución más utilizado en los Estados Unidos. Recientemente, se ha empezado a cuestionar que sea un método de ejecución indoloro, en contra de lo que aseguraban sus promotores. Además de en los Estados Unidos, existe también (2006) como método de ejecución en China, Guatemala, Filipinas y Tailandia. Sus precedentes son los experimentos y las ejecuciones llevadas a cabo durante el nazismo mediante inyecciones de productos químicos: en los campos de exterminio muchas personas murieron a causa de estas actividades.
Este método de ejecución, consiste en inyectar por vía intravenosa tres sustancias conjuntamente y en forma continua:
Tiopental Sódico que es un barbitúrico de acción muy rápida que hace perder el conocimiento al sentenciado.
Bromuro de Pancuronio que actúa como bloqueador de la placa mioneural, que paraliza el Diafragma impidiendo así la respiración.
Cloruro de Potasio que desporaliza el Corazón provocando así un paro Cardíaco.
Las tres anteriores sustancias son de uso normal en cualquier hospital, pero cuando se usan en grandes cantidades, en forma continua y al mismo tiempo, son 100% letales para cualquier ser Humano.
En Estados Unidos está en debate éste sistema de ejecución, ya que no se sabe si es una ejecución indolora o si existe sufrimiento.
Romell Broom fué el último reo que sobrevivió a ésta ejecución el 15 de Septiembre del 2009. El gobernador del Estado de Ohio decidió suspender la ejecución para una semana después.