Muerte Cerebral


A finales del siglo XIX, e incluso a principios del XX, se definía a la muerte como la falta de respiración y falta de impulsos Cardíacos (sin pulso). De modo que cuando a una Persona le faltaba el pulso (cuando éste era muy débil) o cuando su respiración era muy corta e imperceptible, se le daba por muerta e inmediatamente se hacían los preparativos correspondientes para la Inhumación.
Muchas veces ésta "técnica" para detectar si una Persona había fallecido, traía peores consecuencias y hasta se enterraban vivas.
Ante tales casos (Algunos eran casos de catalepsia), la Ciencia se vió en la necesidad de acelerar sus investigaciones al respecto. Ya no se conformaban con sólo tomar la presión de los pacientes, ahora irían más allá.
Gracias a la Tecnología y sus avances, ya en el siglo XX se desarrolló los estudios del comportamiento del Cerebro ante diferentes circunstancias; Había nacido el Electroencefalograma, y con él se reconoció que aún el cerebro puede tener poco o a veces nada de actividad y la Persona seguir viviendo. El Ser Humano se había encontrado con la Muerte Cerebral.

Hoy es también posible saber que se puede mantener el ritmo cardíaco y la respiración de una persona de manera artificial y con cuidados intensivos, lo que demuestra que eso no es estar muerto.
Dicho de otra manera, a una persona se le da por muerta tras el cese irreversible de la actividad vital de todo el cerebro, incluido el tallo Cerebral (incluido el encéfalo encargado de la mayoría de las funciones vitales del Cerebro). Muchos son los casos en los que la muerte cerebral mantiene al paciente inconsciente y sin signos vitales por varios meses y hasta por muchos años.

Es el caso de Zack Dunlap, un joven del estado de Oklahoma que tras un accidente los médicos le dieron por muerto pero despertó poco antes de que le fueran extirpados sus órganos, para ser donados a otros pacientes. Sack explica que después del accidente no recuerda absolutamente nada, pero que escucho al Médico decir que estaba muerto. "Me volví loco por dentro". Ya que no había manera de hacerse escuchar.
El cirujano de Zack afirma que no existe explicación médica para su recuperación, dado que todos los procedimientos se siguieron adecuadamente. El resto del personal del hospital a cargo de Dunlap concuerda con esta opinión: todas las pruebas habían sido precisas y se habrían dado cuenta de la existencia de signos vitales en el joven antes de sacarle cualquier órgano.